Está claro que la principal diferencia entre jugar una partida en vivo o por Internet es la falta de contacto físico y visual, esto nos obliga a que las decisiones por Internet se basen más en las cartas que en la lectura del adversario. Nos tenemos que olvidar de estudiar los gestos, el tono de voz o maneras de apostar.
Tus mejores armas si juegas por Internet, serán:
- Una buena selección de mesa.
- Una buena selección de casino.
- Tomar notas de los jugadores contra los que juegas habitualmente.
- Estudio de los oponentes: saber quien está jugando en más de una mesa al mismo tiempo, quien lleva jugando toda la noche, o quien está perdiendo los papeles…
- Una inteligente administración de tu banca.
- Tu habilidad y concentración
Ajustes en nuestra estrategia
Para tener éxito jugando al Poker On-line, os recomiendo que ajustéis vuestra estrategia. No es lo mismo jugar durante varias horas cara a cara contra los mismos oponentes, que jugar desde el anonimato contra oponentes que entran y salen constantemente de las mesas. Tampoco es lo mismo jugar contra un jugador concentrado en lo que hace, porque únicamente ha ido al casino a jugar al poker, que contra un jugador que al mismo tiempo que está echando unas manos, está respondiendo e-mailes, viendo un partido de la NBA o atendiendo el teléfono.
¿Cómo afecta esto a nuestra estrategia? Lo recomendable por regla general (salvo excepciones) es hacer un juego menos sofisticado. Nuestra tendencia debe de ser jugar simple y seguro. De nada te vale tirarte un farol para aprovecharte de tu imagen en un futuro próximo si tus oponentes no están mirando o se van a cambiar de mesa en 10 minutos. Las distracciones o el hecho de estar jugando en varias mesas, hacen que tus oponentes se pierdan el desarrollo de muchas manos. Esto sucede principalmente en Límites bajos y miro-límites, donde no se le suele dar tanto valor al dinero en juego. Así que generalmente lo más rentable suele ser hacer un juego directo.
Es importante también comentar un detalle. Algunos jugadores inexpertos suelen abusar de los Faroles por el hecho de que aunque sean pillados, nadie les va a ver a ver la cara de tonto que se les queda. Contra este tipo de jugador tampoco vale la pena intentar los Faroles porque suelen ir a ver con cualquier cosa ante la desconfianza de poder ser engañados. Contra estos oponentes es sólo rentable apostar cuando creemos que tenemos la mejor jugada.
Tengo la impresión de que algunos jugadores, principalmente en límites bajos y micro-límites, tienden a jugar más a la ligera (apostando e igualando) porque pierden la noción que están jugado dinero de verdad. Además la facilidad con la que se apuesta, es simplemente hacer “clic” con el ratón, ayuda a perder disciplina en las decisiones.
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